Me gustaría
ser tiniebla y no verte bien, ser melancolía para poder buscar algo por la
ventana y monja para tenerte prohibido. No hay nada más penoso que desear ser
Cupido para lanzarte una de mis flechas y que te enamores de mí. No hay nada
más triste pero lo ansío. Crecí queriendo ser pequeña para cruzar la carretera
sin soltarme de la mano y seguir introduciendo mi camiseta interior en el rincón
más recóndito de mis bragas para no pasar frío. Ahora quiero ser lágrima para confundirme
con el agua del mar y calma para no perder los nervios. Y ahora quiero ser tú,
y tú y más tarde tú, el que está sentado allí, al fondo. Anhelo ser mediodía
para no empezar ni acabar o coleccionista de objetos inanimados en vez de
recolectora de estas palabras que cada día me vuelven más loca. Las palabras
tienen demasiada vida.
Quizás no sepa caminar recto,
no estaré hecha para eso.
¿Me estás
mirando a los ojos?
gràcies per saber expressar les coses més invisibles de manera tant bonica.
ResponderEliminarte jamo con patatas.