jueves, 12 de mayo de 2016

Corazón en guerra

Me duele levantarme y me duerme el dolor.

Todo se me declara guerra
y has agotado las bragas blancas que utilizábamos como bandera de la paz.
Ahora ya ni puedo rendirme.

¡Y mira que hay quilómetros!
Y aún me tocan tus bombas.

Traspasas mis fronteras 
cerradas al dinero
y abiertas a personas.

Nací sin el cartel que reserva el derecho de admisión.
Y ojalá ese señor nos hubiera hecho de barro para tapar la porosidad por la que te me escuelas.

Y tienes esa sonrisa de delfín que luego viola.
Y esa ternura de orca que luego mata.

No eres humo pero sí nicotina.
No eres cigarro y me conviertes en cenicero o en colilla. 

Cuan poderoso te veo sin ser nadie en el mundo.

Tú.

Deja de declararme la guerra sin gritar.
Las batallas silenciosas son las más devastadoras.

Guerrillero que camina a hurtadillas.
Guerrillero calzado con puntas de ballet.
Guerrillero al fin y al cabo. 



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